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GAME CLEAR No. 269 -- Dragon Quest VI: Los reinos oníricos

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Dragon Quest VI: Los reinos oníricos (2010, DS)

Remake de: Dragon Quest VI (1995, SFC)
Desarrollador del remake: ArtePiazza
Distribuidor del remake: Nintendo
Desarrollador originál: Heartbeat
Distribuidor originál: Enix
Versión vencida: DS
Plataforma usada: DS lite
Fecha vencida: 12/16/25

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Advertencia: Esta entrada de blog fue escrita por un gringo bobo. A él le importa mantener su habilidad de leer, escribir y hablar español como segunda lengua. Por eso, de vez en cuando, juega videojuegos en español, especialmente los que tienen mucho texto (como los juegos de rol viejos). Por primera vez, ha intentado escribir una entrada de blog entera en español. No hay ninguna traducción de máquina aquí. Para bien o para mal, él la ha escrito por sus propias fuerzas (con la ayuda de un diccionario y un corrector ortográfico). Él agradecería su paciencia con cualquier error que haya cometido. Sin duda, hay muchos.


¿Por qué importa?
Dragon Quest VI carece de algo comparado con sus predecesores. Sin embargo, todavía es Dragon Quest, y jugarlo vale la pena.

Príncipe de mis sueños

Hace más de dos años que no juego Dragon Quest. Aunque me encanta la serie, Dragon Quest VI se refiere como uno de los peores de ella. Por eso, dilataba jugarlo a pesar de que me habían encantado los primeros cinco. Lo que necesitaba recordar es que el Dragon Quest peor es mejor que la mayoría de la competencia. La aventura sexta de la serie tiene el mismo encanto que las otras. A veces, es fácil perderse en su mundo grandísimo, pero al fin y al cabo, los personajes, el escenario, la música y el arte se unen para crear una experiencia genial.

Como su título indica, Dragon Quest VI tiene lugar en un mundo de sueños. Pues, allí y el mundo real también. Abre con una escena en que el héroe y sus compañeros son aplastados por algún mal tipo. La protagonista despierta en una aldea linda, y se queda sin la memoria de ese evento. Un festival anual está a punto de empezar. Durante la celebración, está contactado por la diosa. Le dice que fuerzas malvadas se fortalecen en la sombra, y su destino es salvar el mundo (o algo así). Sale del pueblo para alistarse en el ejército de Somnia. Nuestra aventura empieza en serio.

Al estilo tradicional de Dragon Quest, la jugabilidad afuera de combate consiste en viajar a las ciudades del mundo, hablar con la gente y ayudarla. Cada pueblo tiene sus propios problemas. Típicamente, son causados por los monstruos y sus jefes. Estos retratos monos son el corazón de Dragon Quest, y mantienen la calidad alta normal de la serie. En resolver los problemas de cada rincón del mundo, la naturaleza de la amenaza mayor se pone más clara.

Para hacerlo, muchas veces tenemos que cambiar de mundo. El mundo onírico y el mundo real están vinculados por pozos y agujeros esparcidos por todo el mundo. Son semejantes, pero no son lo mismo. El mundo onírico refleja los sueños y los deseos de la gente del mundo real. Por ejemplo, un hombre solitario en el mundo real podría estar casado en el mundo de los sueños. O quizás un lugar o una estructura importante o amada por la gente que fue destruido por la antagonista podría seguir sano y salvo en el mundo onírico. Estas pequeñas y astutas diferencias pueden ser las claves para continuar con nuestra misión, y es agradable descubrirlas.

Mientras tanto, el sistema de dos mundos a veces puede complicar el juego. En contraste con juegos más modernos, Dragon Quest VI no tiene un registro de misiones ni una lista de tareas. Tenemos que guardar los detalles del mundo (o mejor dicho mundos) en el cerebro. Generalmente, sirve bien recordar la regla de oro de Dragon Quest: “Habla con toda la gente que encuentres” (y, después de eso, usa “Party Chat” para charlar con los miembros del partido para recibir sus consejos). Pero, a veces, y con más frecuencia que en los juegos previos, me quedé sin saber qué hacer después de buscar a cada persona que podía. Hay también una adivina que ofrece pistas, pero no es tan divertido recurrir a esa opción. No me da vergüenza consultar una guía (y doy gracias a threetimes de GameFAQs por su ayuda), así que no me quejaré mucho del mundo confuso, pero sé que a algunos podría ser molesto.

Pero si nos mantenemos en el buen camino, nuestros viajes nos llevarán por el supramundo, mazmorras, cuevas, torres y más en busca de la entidad llamada simplemente “el Archienemigo”. Y no sería Dragon Quest sin una batalla por turnos tras otra interrumpiendo dichos viajes. Monstruos se acercan constantemente, y cada paso lleva el riesgo de otro encuentro. Hay que disfrutar de vencerlos una y mil veces para disfrutar del juego.

Afortunadamente, en Dragon Quest VI, el sistema vocacional regresa desde Dragon Quest III. Podemos construir partidos variables con las vocaciones que queramos. No obstante, a diferencia de Dragon Quest III, los miembros del partido no son genéricos. Son las personas a las que convencimos de viajar y luchar con nosotros. Tienen personalidades, claro, pero también tienen habilidades y limitaciones únicas. Quizás no tenga sentido que el tipo grande y musculoso sea el mago… pero el poder de decidir está en nuestras manos. A la larga, el build más fuerte consiste en una mezcla de vocaciones dominadas. Es divertido crear un plan para el equipo y realizarlo. Este es el sistema de partido que más me gustó de los juegos hasta esta entrada sexta, y hace que las batallas sean mucho más divertidas.

Y, hablando de los miembros del partido, también a mí me cayeron bien todos los personajes de este juego. Me gustó mucho la dinámica de la familia (y el reclutamiento de monstruos) de Dragon Quest V, pero el grupo de vagabundos que forma el partido de Dragon Quest VI me trae recuerdos buenos del partido de Dragon Quest IV. Las vidas, esperanzas y sueños de las personas distintas que se cruzan con el protagonista enriquecen la historia. Sin embargo, los cartuchos no japoneses de Dragon Quest IV no tenían Party Chat (probablemente debido al coste de la traducción). Me alegra que la función exista en Dragon Quest VI porque es la mejor mirada a las personalidades de los personajes. Es una buena idea pulsar el botón X a menudo para oír cómo reaccionan los miembros del partido a sus alrededores y a lo que dicen los PNJ del mundo. Sus perspectivas variadas suelen añadir color a la situación, a ellos mismos o al mundo. Por lo menos, los comentarios deben resultar cómicos.

No quiero sugerir que los personajes tienen historias o motivaciones muy profundas. Al contrario, son más monos que interesantes. Dragon Quest V tiene la historia significativamente más conmovedora. Pero a la gente de Dragon Quest VI no le falta ese encanto característico de la serie.

Al final, es ese formulario de Dragon Quest que asegura que el juego sea tan bueno. La trama no llega a las alturas de Dragon Quest V. La antagonista no es tan chula como la de Dragon Quest IV. Podría ser un tiquismiquis. Podría decir que el mundo es demasiado grande. Podría decir que el juego es un poco largo. Pero la alegría de regresar a las cosas familiares de Dragon Quest es inmensa. Y no voy a olvidar esa canción de batalla pronto.

Por suerte, no tendré que esperar mucho para entrar en otro mundo de Dragon Quest. Solo quedan dos meses antes de que llegue Dragon Quest VII Reimagined. Lo espero con entusiasmo refrescado.


No sabía dónde debía poner mis pensamientos sobre la experiencia de jugar Dragon Quest en español, así que decidí escribir una coda pequeña. Aunque he jugado cada juego de Pokémon en español desde el lanzamiento de Pokémon Y (el primer juego de la serie que contenía todos los idiomas disponibles en cada región), he jugado pocos otros. El problema es que un juego ideal es uno que tiene mucho texto y también no avanza el texto automáticamente. Tengo que buscar un montón de palabras que no conozco, así que no pueden estar desapareciendo.

Me di cuenta de que, claro, Dragon Quest satisface esos requisitos. Además, pensaba que Dragon Quest probablemente tendría vocabulario más avanzado. No sé si eso es cierto. Tenía que buscar muchísimas palabras en ambos casos. ¡Espero que cinco por ciento se queden en mi cerebro!

Sobre todo, me sentí aliviado al descubrir que la traducción española mantiene el humor y el estilo de la de inglés. Cada ciudad tiene su propio carácter. La gente habla con acentos y dialectos únicos. Para mí, a veces fue un gran desafío descifrar lo que dijeron los cuadros de texto llenos de palabras españolas escritas como si fueran dichas por alemanes. Probablemente se parecen a las frases de español que estoy escribiendo ahora. :)

No sé si jugaré Dragon Quest VII Reimagined en español, pero estoy feliz sabiendo que mi experiencia no sería disminuida.

Al otro lado, escribir esta entrada de blog fue muy difícil. 😅 Por estar agotado, probablemente no alcancé escribir sobre todas las tópicas que podría haber cubierto. La coherencia probablemente sufrió también. La próxima vez será mejor. :)